El auge de las fábricas y el concepto de producción masiva nacieron de la mano de la era industrial. Con la aparición de nuevas tecnologías las fábricas de todo el mundo pudieron comenzar a producir en grandes cantidades, algo impensable antes. Esto también se vio reflejado en la fabricación de muebles y los ebanistas profesionales sufrieron las consecuencias de esta masificación de productos y empleo de la tecnología: les fue imposible competir con aquellos que comenzaron a emplear maquinaria a la hora de fabricar muebles.
Con el inicio del siglo XX, aparecieron mobiliarios nuevos y modernos creados por diseñadores con un pensamiento innovador. Gracias a la incorporación de materiales nuevos como el PVC y el plástico cromado y también gracias al nuevo uso de los materiales existentes, se lograron piezas impensadas en el pasado. Por ejemplo: mesas, sillas y sofás que gracias al curvado de la madera por vapor y al laminado, tuvieron nuevos estilos. Fabricar muebles supuso un cambio radical y estos diseñadores revolucionaron tanto el mundo del diseño de interiores como el diseño de muebles. Si se mira hacia atrás, se puede apreciar como muchos muebles clásicos, han sobrevivido al paso del tiempo y aún se pueden encontrar en oficinas y hogares.
Se puede decir que en las décadas de 1960 y 1970 los estilos de muebles fueron varios aunque se solían mezclar las piezas modernas con un estilo escandinavo. Aun así, era posible conseguir estilos como el Victoria, estilos antiguos, que eran aún preferidos por muchas personas de la época.
Ya en la década de 1980 la alta tecnología trajo consigo la utilización de más metal al momento de fabricar muebles y en la década de 1990 se vuelve algo común el montado de muebles en las casas. Las familias comenzaron a tener la posibilidad de comprar mesas, escritorios, etc., y poder armarlos de manera sencilla y rápida en sus propios hogares.
Con la presencia de la tecnología en el diario vivir de las personas (internet, smartphones, etc.) se puede afirmar que de cierta manera, las vidas de las personas se han vuelto más complejas en el siglo XXI. Como consecuencia de esto es que los hogares son un aspecto muy importante de sus vidas, siendo su lugar de descanso, su refugio. Es allí en donde el estrés y la rutina se tratan de olvidar y es por ello que las personas necesitan que sus casas sean un lugar de tranquilidad y seguridad.
Cada vez se observa con mayor frecuencia como se prefiere el uso de una decoración ecléctica, conocida también como un estilo de transición. En los hogares se mezclan diferentes estilos de muebles mediante los cuales la familia se siente identificada. Los diferentes muebles de los hogares son algo así como colecciones de vida. Esto es así porque, por ejemplo, en una misma habitación pueden coexistir un sofá moderno que refleja su gusto personal con una mesa que era de su abuelo. Las personas necesitan expresar su creatividad y ahora gracias a la variedad de estilos que hay disponibles en el mercado es posible hacerlo. Además cada miembro del hogar se sentirá identificado con diferentes muebles, pudiendo disfrutar de ese espacio de descanso que se mencionaba anteriormente.