Excursión a La sierra de Malacara

Era sábado, había amanecido un día tranquilo, el despertador marcaba las nueve de la mañana y tenía todo el equipo preparado para salir. Esta tarde se celebraba la 32ª Edición del Gran Fondo Internacional de Siete Aguas, la calidad de los participantes era altísima y yo era un entusiasta de la marcha, de hecho era un marchador frustrado, sin nostalgia, lo que hacía en estos momentos también me hacía feliz. La exigencia física de la marcha es muy alta, lo sé por experiencia y cualquier contratiempo durante una prueba te podía relegar a las últimas posiciones si no al abandono. Yo había dejado de practicarla después de que me diagnosticaran una fascitis plantar.
Practiqué la marcha por placer hasta el 20 de marzo del 2002. De la fecha no me olvido.
Ese día, comencé a sentir dolor en el talón, al principio fue durante un entrenamiento, en una prueba, pero poco a poco, aún sin estar ejercitándome sentía dolor.
Me la diagnosticaron cuando concerté una entrevista en un Centro Podológico especializado en la pisada, según me explicó el podólogo que me atendió, “El dolor de Talón, puede tener un origen en una fascitis plantar, pero antes hemos de descartar otras causas, diabetes, problemas arteriales, fisuras o fracturas en los huesos del pie”.
Me hizo una batería de pruebas en las que al final me diagnosticó.
– Joan, tienes fascitis plantar.
Pensé que el mundo se me iba a caer encima, pero no fue así.
– Mira, te he preparado una relación de ejercicios y una serie de recomendaciones que te ayudarán a convivir con la lesión mientras te dure. Ante todo debes hacer reposo para impedir que la fascia empeore. Si aparece el dolor, puedes probar a ponerte hielo en la planta del pie, unos diez minutos más o menos. Si ves que no remite, tomate los antiinflamatorios que te voy a recetar, uno cada 8 horas. Debes utilizar otro tipo de calzado, ya te informaré después; de peso estás bien y te ayudaría no aumentarlo.
– Te he preparado unos ejercicios, las primeras sesiones las haremos con el fisioterapeuta para que te familiarices con los ejercicios, te ayudarán. Por suerte es incipiente y no creo que hagan falta infiltraciones. Veremos la evolución.
Así lo recuerdo más o menos.
Durante las semanas que tardé en curarme tuve tiempo de pensar, creedme, cuantos estás acostumbrado a practicar la marcha duele la inmovilidad forzada.
En el propio centro me confeccionaron unas plantillas de descarga del arco plantar, utilizaba calzado diseñado para amortiguar mi peso al caminar y que me procuraban una calidad de vida que antes no tenía.
Realizaba estiramientos de los músculos de la pantorrilla y el tendón de Aquiles, intentando estirar la fascia, estos ejercicios me ayudaban a fortalecer los músculos que dan soporte al talón y la estructura del tobillo.
Me involucré tanto en mi propia recuperación que me dio por comenzar a leer y al final me decidí, no sé cuanto tardaría, pero había decidido que la fisioterapia deportiva podía ser tan apasionante como la marcha, de alguna manera ahora veía una conexión entre ambas.
Fueron tres años fascinantes de descubrimientos y todo gracias a mi fascitis plantar y al Centro de Podología D.P. José Manuel Bru.
La prueba fue un éxito, el atleta ganador fue Mohamed Blal en 47:09, a cuatro minutos llegó Ricardo Serrano y Alberto Lozano a dos minutos y algo.
En femeninos Mónica Rosa hizo un magnífico 55:36, en segundo lugar entró María José Pueyo seguida de Esther Navas.
Fue emocionante ver de nuevo la satisfacción de los atletas al cruzar la meta y el dolor reflejado en sus caras por el esfuerzo realizado.

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