Implementar una política de digital learning

Cuando los formadores están de acuerdo en que el alumno debe estar en el centro del sistema de formación, queda claro también que sin los materiales y las herramientas necesarias van a surgir problemas. Para desarrollar un programa de formación informal centrada en el alumno, primero va a ser necesario construir un marco basado en herramientas formales. Una vez la empresa es consciente de que los materiales son vitales para su eficacia pedagógica y para el desarrollo de su capital humano, solo entonces comprende que necesita informatizar toda la cadena de valor, es decir, saltar al digital learning.

Las tres claves para integrar el digital learning

El primer paso para implementar una política de digital learning o formación online, es la gestión de las herramientas pedagógicas. Para ello necesitaremos disponer de espacio suficiente para centralizar todas las herramientas de formación, ya sean de formación online o presencial, en un espacio donde estén indexadas para poder buscarlas y utilizarlas de manera rápida y sencilla, así como para poder gestionar las distintas versiones de cada documento para volver a ellas si es necesario.

El segundo aspecto hace referencia a que todos los formadores tengan una herramienta con capacidad de crear una amplia variedad de tipos de recursos digitales. En consecuencia, la búsqueda de soluciones de contenido deberá tener necesariamente un nuevo enfoque. El objetivo no es identificar las soluciones para expertos sino encontrar una solución que ofrezca el más alto nivel de resultados para cada una de las tipologías. Cuando tomamos esta decisión, estamos poniendo énfasis en la formación que en los recursos, y al mismo tiempo dando más importancia a la adaptabilidad del recurso que a su primera versión. Buscamos una visión a largo plazo más que sucumbir a la última novedad en la formación online.

Por último, es importante no olvidar los aspectos colaborativos que deben formar parte de una buena solución de digital learning. Todos los formadores, expertos, proveedores externos o cualquier persona involucrada en el proceso deben poder contactar con los demás y compartir notas y revisiones de los materiales.

Unir la formación online y la presencial

Hacer el salto al digital learning es también una manera de informatizar la formación presencial. Este cambio no debe limitarse al uso de presentaciones de diapositivas sino que debemos asegurarnos que incluimos en la formación presencial todo aquello que forma parte de la columna vertebral de la formación online. Por ejemplo, crear una planificación clara de las sesiones, tanto para el formador como para el alumno, desarrollar juegos interactivos atractivos y quizás usar herramientas de seguimiento. En general, implementar una solución de digital learning ayuda también a simplificar métodos, usar herramientas especializadas y acabar con la utilización de diferentes tecnologías sin una línea definida. Además, es importante mejorar la funcionalidad de los procesos de creación, gestión y difusión en lo que respecta a la formación online, presencial o blended.

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