Las Redes Sociales: Nuevo departamento de I+D (Parte 1)

(I+D)+RRSS. Esta “ecuación”, en la que I+D equivale a Investigación y Desarrollo y RRSS a Redes Sociales, podría ser una fórmula de éxito garantizado aunque, a priori, a más de uno le parecerá una extraña pareja.

Y es que, I+D y Redes Sociales suelen asociarse a conceptos dispares al punto que, de cara a la opinión pública, representan la dicotomía ‘Ciencia vs. Ocio’. Aparcando los tópicos, a uno y otro término ni siquiera les acercan las cifras: mientras España ocupa el cuarto lugar por la cola en inversión en I+D según la clasificación elaborada por el Instituto de Estudios Económicos (el estudio analiza 16 países de todo el mundo y tiene a EEUU como líder), el nivel de penetración de las redes sociales nos sitúa entre los primeros del planeta (42% de penetración en un ranking cuyo máximo es de 53%). Es decir, somos uno de los países europeos que menos invierte en I+D (sólo por delante de Grecia, Italia y Portugal), pero el segundo donde más se utilizan las redes sociales (por encima de Francia y de… ¡Alemania!).

Así las cosas, ¿por qué no aprovechar la alta penetración de las redes sociales para la investigación? De entrada, haría falta desterrar algunos conceptos erróneos y asumir nuevas premisas –por ejemplo, que estamos en una era “social” donde todo casi todo es susceptible de ser divulgado o medido-. Merece la pena, por tanto, detenerse en el concepto I+D para explicar que se trata de un proceso completo que abarca cuatro sub áreas:

– Investigación de Ciencia Básica
– Desarrollo tecnológico
– Pre-desarrollo
– Desarrollo de productos y procesos

En definitiva, I+D es mucho más que chips, nanotubos o aparatos de última generación: es un proceso completo extrapolable a ámbitos tan dispares como el Marketing o la Telefonía. O lo que es igual: se puede aplicar el I+D en un Departamento Comercial para mejorar la percepción de una marca al igual que puede hacerse en un área tecnológica para perfeccionar un Smartphone.
Cuando ampliamos el concepto de Investigación y Desarrollo, resulta difícil no ver la relación que puede tener con las redes sociales y, sobre todo, con la gestión del conocimiento social. El reto radicaría en transformar las redes sociales en plataformas por las que dicho conocimiento fluya y pueda ser “tratado”. ¿Cómo se hace? Como poco, necesitaríamos establecer una “hoja de ruta” que contemple, entre otros factores:

1. Determinación de objetivos
2. Área a investigar
3. Planteamiento y resolución de preguntas clave: ¿Buscamos implementar un nuevo producto? ¿Queremos mejorar uno existente? ¿Queremos saber qué piensan nuestros clientes? ¿Queremos saber qué necesitan? ¿Queremos innovar? ¿Queremos descubrir nuevas tendencias? ¿Queremos inventar algo diferente que haga falta?
4. Interacción con los “clientes”, “intearnautas”, “fuentes de datos” para “resolver” nuestras preguntas clave y recopilar información.
5. Tratamiento de la información obtenida (aunque el “conocimiento” sea “social” el trabajo de un equipo especializado sigue siendo imprescindible)
6. Conclusiones

En suma, el binomio (I+D)+RRSS implica puntualizar unos objetivos y unas estrategias que contemplen las redes sociales como herramienta para alcanzarles. Las redes sociales serían, en definitiva, los cauces por los que el ingente “conocimiento social” se acerca a la investigación. También podrían ser, por qué no, los canales por los que la inteligencia social vuelve la vista a ese mundo de la investigación que, finalmente, le está otorgando el lugar protagonista que le corresponde.

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