Casi siempre que alguien me quiere justificar que la crisis afecta menos al sector de la belleza que a otros, me pone el mismo ejemplo, el aumento de la venta de barras de labios de color rojo durante la crisis del 29. Lo que nadie me comenta, son los datos globales de venta de productos de belleza, seguro que fueron pésimos, como está ocurriendo ahora.
Se puede asegurar que el 95% de la población española se ve afectada en mayor o menos medida por esta crisis. Muchos de ellos directamente al ver sus ingresos mermados por la falta de trabajo o la pérdida del mismo y otra gran parte que aunque sigan manteniendo su nivel de ingresos más o menos a un nivel similar, tienen el miedo de que le pueda llegar el momento de hacer frente a los gastos habiendo perdido los ingresos, por lo que han reducido su nivel de consumo al mínimo.
Cuando se intenta gastar menos, lo primero que se hace es prescindir de los gastos que consideramos superfluos. Los tratamientos estéticos son los primeros en notar la crisis en el mundo de la belleza, luego, los productos cosméticos. Estos últimos, notan mas la bajada de facturación que de número de productos vendidos, las personas necesitamos sentir que nos cuidamos, y esa sensación la dan también productos más baratos y por tanto de peor calidad.
Otro punto a tener en cuenta y con gran influencia en la bajada de facturación de los tratamientos estéticos y las cirugías estéticas es la falta de financiación. Antes desde los centros se hacia la intermediación para que una entidad financiera gestionase una venta a plazos, y en casos de tratamientos más económicos se podía hacer uso de tarjetas de crédito. Hoy en día esto prácticamente ha desaparecido.
De toda crisis se sacan consecuencias positivas, en el caso de la belleza, y considero las siguientes; rotura de la burbuja de precios, en épocas de bonanza en este sector se hinchan los precios espectacularmente. Aguantan los mejores profesionales y los que lo hacen por verdadera vocación. Lo mismo para fabricantes de productos y de aparatos, solo quedan los mejores.
El autor de este artículo es distribuidor de un importante laboratorio de productos cosméticos para centros de estética. También vende y enseña el funcionamiento de aparatología para tratamientos estéticos. Administra un blog de belleza que trata estos temas y gestiona una tienda online donde pone al alcance de la mano del cliente particular todos estos productos profesionales.