Qué hacer cuando te quedas sin voz al hablar en público

Quedarse sin voz es uno de los problemas recurrentes al hablar en público.

Lo hemos visto en la última campaña electoral. Los políticos se quedaban sin voz. Este es un problema recurrente, especialmente si tenemos que hablar en público durante muchas horas o a una audiencia muy grande sin micrófono. ¿Cómo evitamos quedarnos sin voz? En primer lugar, y como parece lógico, no gritar. El tono de voz debe ser el más alto en el que estemos confortables, sin forzar.

Segundo, y lo más importante, no hablar con la garganta, sino con el diafragma. Tenemos que “bajar” la voz hacia abajo. Para ver si lo hacemos bien, hay que colocar una mano en al boca del estómago, justo entre los dos pulmones y hablar alto. Debemos hacer que la voz salga de ahí y no de la garganta. Sabemos que sale de ahí cuando nuestra mano siente la vibración. Es el mismo proceso que al practicar la respiración completa en el yoga.

La respiración completa es la unificación de las tres respiraciones que existen, la abdominal, la costal y la clavicular.

Hay que empezar por una inspiración lenta intentando cubrir tres fases:

  • Vaciar los pulmones con una profunda espiración
  • Llenar los pulmones con el descenso del diafragma (abdominal)
  • Dilatar las costillas y aspirar todo el aire posible (costal)
  • Levantar las clavículas

Utilizar el aire espirado para hablar, lo que nos evitará desgastes de voz. Naturalmente la inspiración no puede ser muy profunda al hablar en público, pero lo importante es utilizar este ciclo para “subir ” el aire al hablar y “bajar” el origen de la voz. Os aseguro que los resultados son espectaculares

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