En este articulo para no iniciados vamos a explicar en que consisten las instalaciones de calorifugado, cuales son los puntos donde hay que prestar más atención y los materiales y soluciones aplicadas. Podemos definir el calorifugado como los elementos de aislamiento térmico de las instalaciones o equipos con temperatura de funcionamiento superior a la del ambiente, siendo su finalidad la de disminuir la transmisión de calor a través del mismo. Los principales elementos utilizados en estas instalaciones son la lana de vidrio –debido a su sus propiedades como aislante térmico unido a su bajo precio y facilidad para trabajarlo manualmente- y el aluminio, pues es suficientemente dúctil para adaptarse a las diferentes formas de tuberias, calderas u otra maquinaria utilizada en las instalaciones, es barato y aguanta bien la corrosión-.
Aluminio para calorifugado: aleaciones especiales
Las chapas y bobinas para calorifugado se presentan en sus medidas estándar, en aleación 3003, temple H16 ó aleación 1050 H18, pues son estas las de mejores cualidades aislantes. Además han sido tratadas para aumentar sus propiedades anticorrosivas y resistencia mecánica.
Aluminio para aislamientos: presentación comercial
El aluminio para calorifugado con aleación 3003, temple H16 se suministra en bobina de 1000 mm. y 0.6-0.8mm de espesor. También es posible encontrar este material en duro (temple H18) en chapas de aluminio de 2000×1000 y espesores de 0,5 a 1 mm o en de bobina de 1000 mm. y 0.5-0.6mm de espesor.
Lana de vidrio: Se trata de lana mineral fabricada a partir de la fundición del vidrio. Esta lana mineral es capaz de soportar temperaturas de hasta unos 650º sin deformarse y manteniendo sus propiedades inalteradas, por lo que se puede colocar directamente sobre las diferentes superficies a aislar.