Alquiler de furgonetas, una alternativa para recorrer Madrid en familia

Francisco vivió toda su infancia en Valencia y luego por motivos de trabajo tuvo que mudarse a Madrid, donde ya llevaba más de siete años. Su empleo era muy demandante, razón por la que cada fin de semana que podía se juntaba con sus amigos o simplemente descansaba en su casa hasta la hora que quisiese. Los fines de semana más extensos, producto de los días festivos, eran la ocasión ideal para hacer fiestas en su casa y luego tener tiempo suficiente para dejar todo en orden y descansar. Desde que se mudó a Madrid, él recibía llamadas de sus tíos en Valencia que siempre le decían que algún día lo visitarían y nunca le cumplían. Un miércoles por la mañana Francisco recibió una de esas tantas llamadas pero esta vez la visita era concreta, sería en dos días y coincidiría con un fin de semana donde él ya tenía planes. Tuvo que cancelar toda idea que tuviese para esos días y comenzar a pensar en una forma de ir a buscar a su familia al aeropuerto y también de pasearlos por Madrid, pues no conocían esa ciudad.

Recibió una segunda llamada de su familia donde le avisaban que también irían con tres de sus primos, es decir la visita aumentaría a cinco personas. Francisco no tenía un coche, pues se había acostumbrado a movilizarse usando metro dentro de la ciudad, de todas formas mantenía vigente su licencia de conducir porque en su trabajo a veces necesitaba conducir vehículos para hacer entregas. Muchas veces mientras recorría la ciudad, se cruzó con varias agencias de alquiler de coches y pensó que allí estaría la solución perfecta a sus problemas, pero un vehículo convencional no le serviría para transportar a tantas personas. Fue a su ordenador y se dio cuenta que las empresas dedicadas a esta industria también ofrecen otros modelos y ahí pudo resolver su situación, alquilar una furgoneta para movilizarse en Madrid.

A Francisco le quedaban pocos días para que llegaran sus familiares, por suerte no tuvo problemas en ultimar los detalles para el alquiler del vehículo que necesitaría. Llegó el viernes por la noche y se encontró con sus tíos en el Aeropuerto de Barajas. Llevaban tantos años sin verse en persona que fue inevitable que se emocionaran, todos habían cambiado mucho. Luego de los momentos emotivos, fueron todos a los estacionamientos donde estaba la furgoneta de alquiler para recorrer Madrid de forma preliminar antes de llegar a casa. Al siguiente día el repertorio de lugares por visitar era amplio e interesante, empezaron su recorrido por el centro de la ciudad y continuaron con famosas insignias como el Paseo del Prado, la Puerta de Toledo, el Palacio Real y sitios que atrapaban su atención y que estaban a mitad de camino. Los primos de Francisco también querían visitar sí o sí el estadio Santiago Bernabéu y recorrer sus instalaciones.

El fin de semana salió mejor de lo que esperaba cualquiera y llegó el día en que los tíos de Francisco debían regresar a Valencia. Muy agradecidos por el recibimiento se despidieron y prometieron una pronta visita en los próximos meses. Él quedó muy feliz porque todas las cosas salieron bien y ahora debía devolver la furgoneta de alquiler que le facilitó los traslados en Madrid. No tuvo problema alguno al momento de dirigirse a esa agencia y luego volvió a casa tranquilamente en metro para iniciar otra semana de trabajo al día siguiente. No descansó mucho durante el fin de semana, pero disfrutó de momentos iguales o mejores de los que hubiese tenido en compañía de sus amigos. Para una siguiente ocasión ya Francisco sabría que en el alquiler de coches estaría su solución a visitas tan numerosas.

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