Que el tiempo pasa volando es una verdad que debería estar grabada en piedra. Hacía cerca de dos años que habíamos tenido nuestro primer hijo y trataba de recordar muchos de los momentos vividos y a veces necesitaba recurrir a los videos que habíamos grabado o al álbum fotográfico, no es que me fallara la memoria simplemente tenía los recuerdos entrecruzados.
Cuando fuimos al médico angustiados porque no dormía, los primeros dientes, lo mal que lo pasó entonces y las noches que nos fue imposible dormir, tantos momentos únicos que era imposible no dejarse alguno. Pero había uno que nos acompañaría toda la vida, su cumpleaños. Carles estaba a punto de cumplir los dos años y ya en el anterior toda la familia montó un revuelo con el aniversario, que sí hacíamos una comida, que si lo mejor era aprovechar el buen tiempo y salir todos a un restaurante, el año pasado ya había quedado escarmentado, antes que empezara toda la familia a dar ideas, preparé una carta de actos.
– 12 de la mañana , entrega de regalos, el año pasado estuvimos más de tres horas abriendo envoltorios y por no quedar mal con nadie empezamos a comer tardísimo, total aunque fue divertido, podíamos evitarnos los problemas de regalos repetidos(hubieron tres con el consiguiente chasco del momento).
– 13.15 Pica – Pica, había contratado un catering que nos salía muy bien de precio y nos lo servían en casa ocupándose de todo.
– 14.00 Comida, en esto no admitía propuestas, Miriam, mi mujer, y yo lo habíamos comentado, prepararíamos nosotros mismos la comida, nos agradaba hacerlo y conocíamos las debilidades culinarias de todos, con lo cual nos sería más sencillo preparar el menú.
– 18.00 parque de atracciones.
Lo del parque de atracciones lo habíamos propuesto para acabar el día porque permitiría a todo el resto, adolescentes y más pequeños, disfrutar juntos de atracciones al aire libre. No había muchas ocasiones de hacerlo y el tiempo acompañaba.
Pasé la lista a toda la familia y amigos invitados al aniversario. A todos los pareció una buena idea, lo de las atracciones además les permitiría compartir un rato de juego con los niños, todos nos lamentábamos del poco tiempo que dedicábamos a jugar con ellos.
Faltaba menos de una semana así que di por zanjado el asunto hasta días antes, que debía ocuparme de los últimos detalles. Todo parecía controlado, pero Miriam me recordó el problema que se había creado con los regalos, tenía razón, no queríamos que se volviera a repetir, era una pérdida de tiempo, tener que volver nosotros a la tienda para cambiar el regalo, y sobre todo la frustración que dejaba en quien regalaba, así que después de darle vueltas fuimos a “El CUC” y les comentamos el asunto, nos propusieron crear una lista y nos pareció una buena idea, así incluiríamos las cosas que Carles necesitaba realmente. Les pasamos la referencia de compra a todos los invitados y a los que estaban más familiarizados con las nuevas tecnologías, les dimos directamente el link ya que podían realizar la compra directamente por internet.
Llegó el aniversario y a pesar de que nos cayó una tormenta en el parque de atracciones, tanto la comida como los regalos de Carles resultaron un éxito total, todos me comentaron que les había facilitado mucho el decidir el regalo la lista y los más jóvenes, que no disponían de mucho tiempo para ir de compras, también agradecieron que pudieran hacerlo por internet.