Actualmente la forma más eficaz de controlar plagas del tipo de las que generan los insectos voladores, son las trampas de luz. En el mercado es posible encontrar tres tipos distintos de trampas, las trampas electrocutaras o también denominadas Zappers, las adhesivas y las hibridas electro – adhesivas.
Las Zappers tienen un modo de accionar basado en atraer a los insectos a través de luz ultravioleta para que luego mediante una descarga eléctrica de alto voltaje emitida a través de las grillas en las que se posan los insectos, hacen explotar literalmente al insecto. Son trampas muy efectivas pero en contrapartida se puede afirmar que no se recomienda su uso en locales en los que se trabaje con alimentos o con productos sensibles, ya que las partes de los insectos a veces son desplazadas por el aire hasta 2 metros de distancia.
Por otro lado son ideales para jardines, piscinas abiertas y espacios al aire libre en general, ya que su necesidad prácticamente nula de realizarle mantenimiento las convierte en las trampas más prácticas para ese tipo de lugares. Otro tipo son las trampas adhesivas que como gran diferencia con las anteriores, cuentan con planchas con pegamento que una vez que los insectos entran en contacto con ellas no pueden despegares por lo que terminan muriendo. El ultimo tipo de trampas son las que se conocen como hibridas eléctrico – adhesivas, las cuales generan corrientes de baja intensidad cada lapsos de aproximadamente 10 segundos.
A diferencia de las Zappers la corriente solamente aturde al insecto para que luego caigan hacia las planchas adhesivas en donde mueren. Estas dos últimas trampas tienen que recibir cierto tipo de mantenimiento ya que las planchas adhesivas necesitan cambiarse cuando se ven saturadas de insectos. Pero como su costo es bastante económico no representa un inconveniente serio, por lo que son consideradas como las más eficientes.