Cuando se le pregunta a las personas sobre el diseño de interiores, una gran mayoría opina que se trata de una actividad que requiere sobre todo ser creativo. Muchas otras personas consideran que se trata de tener buen gusto y estilo. Al comienzo de la disciplina se trató de una actividad que por ensayo y error permitía adaptar correctamente diversos ambientes con el objetivo de amueblar y decorar. En la actualidad el diseño de interiores es más que eso.
Si bien es cierto que son muchas las personas que tienen como hobby el diseño de interiores y aplican este a sus propios espacios personales o aconsejando a algún amigo, hoy en día se trata de una actividad que necesariamente supone el conocimiento de muchos aspectos. Para saber como distribuir un espacio, cuáles son aquellos elementos que se deben agregar a la decoración, qué materiales y colores usar, se necesita ser un experto y no se trata sencillamente del buen gusto.
Quizás usted tenga planes para hacer la decoración de una habitación e incluso piensa montar los muebles de la misma. Para ello sería oportuno que conociera el proceso que realizan los diseñadores de interiores. La observación es la primera etapa y ella consiste en hacer examen preciso del ambiente que se pretende decorar y diseñar. Además del espacio es también necesario considerar las necesidades de quiénes lo van a utilizar, sus ocupaciones y sus intereses. De acuerdo a todo esto es que se tomarán las decisiones en cuanto a la decoración y el diseño.
Luego de observar es necesario planificar. La planificación en este caso se hace por medio de técnicas especializadas, bocetos y planos. En este proceso es que se pueden encontrar aquellas soluciones que responderán a las necesidades de espacios que se vieron con anterioridad. Esta etapa es tan importante como la primera.
Cuando se cumplen los dos procesos anteriores llega el momento de la ejecución y para ello cada aspecto tiene que haber sido definido de manera clara y correcta. La ejecución supone una supervisión continua desde el inicio de las tareas hasta el cumplimiento de la última de estas.
Como se ha visto, diseñar no requiere solamente de buen gusto y creatividad. Si usted cuenta con esas características, va en un muy buen camino pero su proyecto podría fracasar si no lleva adelante los pasos anteriormente descriptos. Cuando se cumplen con ellos el resultado no es meramente “agradable”, “bonito” o “correcto”. El resultado del trabajo resulta ser profesional. Si a usted le gusta mucho el diseño y la decoración y lo toma como una afición, no olvide mantenerse informado de las tendencias del momento así como de aquellas herramientas y procedimientos que harán posible que el resultado de su trabajo refleje además de su buen gusto, su calidad. Usted lo podrá conseguir si se lo propone y no pierde de vista que puede hacer el trabajo de un profesional siguiendo los pasos mencionados.