He tenido la fortuna de tener varias hermanas, todas mayores que yo, lo cual me permitió durante muchos años ser un observador del alma y comportamiento de las mujeres en grupo. De todo ello saqué varias conclusiones pero la que me ocupa ahora mismo es la atención, el detalle.
Continuamente observaba como se ofrecían cosas entre ellas, sin valor aparente, pero que al recibirlos, les producía una inmensa satisfacción.
Los detalles, tiempo después constaté que realmente la vida es un cúmulo de pequeños detalles, no es necesario esperar a una gran celebración para decirle a alguien que aprecias o quieres que es así.
Mi hermana la más pequeña, Alicia, que me sacaba cinco años, estaba a punto tener su segundo hijo, otra niña, para mí era el noveno sobrino y a todos nos tenía en un estado de excitación muy grande. Venía a casa por cualquier motivo y nos pasábamos horas charlando, la semana pasada había dejado las clases y acostumbrada como estaba a la actividad docente, no paraba de sugerirme libros, exposiciones, películas o alguna ciudad que visitar. Hoy la había convidado a comer.
– Alicia, ya sé que debes tener muchas cosas de Alma, pero he pensado que tal vez quisieras ver lo que pensaba regalarle al bebé.
Alma era la hija mayor de Alicia, tenía cerca de tres años por lo que es posible que muchas de las cosas que compramos para su nacimiento ya no las tuviera, Alicia además me constaba solía regalar muchas de ellas a alguna amiga con hijos pequeños.
– Carlos, estás en todo, que habías pensado?
– Mira, sé que es muy clásico, pero había pensado en comprarle unos pendientes y aparte de los pendientes abrirte una lista de nacimiento, ya sé que te gusta supervisar todos los detalles y en este caso podrás hacerlo.
– Es muy sencillo, continué viendo su cara de interés, abrimos la lista de nacimiento, en ella podrás poner todo lo que creas necesario y a vuestros amigos únicamente les has de dar el Link de la página web, ellos sabrán que son las cosas que tú has indicado, las que realmente necesitas, así evitarás los problemas de regalos repetidos, los que no te hacen falta, en fin pensé que te ayudaría sobre todo teniendo en cuenta que después del parto no tendrás tiempo para estas cosas.
– Carlos, es genial!!!, tienes razón, cuando nació Alma, tuve que hacer reposo durante dos semanas y muchos de los regalos que agradecí muchísimo no los pude aprovechar, entre una cosa y la otra no pude cambiarlos, al final acabé regalándolos sin siquiera abrirlos; sólo te digo que de pijamas conté hasta seis.
– Y cómo dices que podemos abrir la lista de nacimiento?
Accedí a la página web del CUC y le estuve enseñando como podía crear la lista on-line, estaba encantada, estuvimos largo rato navegando por la web viendo los distintos productos que ofrecían; cochecitos, tronas, tumbonas y un amplio catálogo de artículos para el bebé.
– Carlos, pero cómo es que siempre estás pendiente de estos detalles?
– Gracias a vosotras.
Me miró con cara de no entender muy bien la respuesta, fue un segundo, ya estaba apuntando la dirección del CUC.
– Oye me acompañarás esta tarde si tienes un momento?
– Encantado, pero con una condición.
– Y es?
– Los pendientes los elijo yo.
Se hacía la hora de comer y me dispuse a preparar la mesa mientras Alicia no paraba de darme indicaciones.
– La puesta de sol, Carlos, si te llevas la cámara fotográfica…