En las últimas décadas hemos vivido un fenómeno social que ha sido la expansión de las plazas en las universidades del mundo. Este efecto, ha ido generando una gran masa de estudiantes, y por tanto una competencia cada vez mayor en el terreno del mundo laboral post-estudios. Por ello, se ha vuelto básico el tener que estudiar en las mejores ciudades del mundo para conseguir un elevado nivel de curriculum y así poder optar a un mejor trabajo.
Las universidades son centros dinámicos, donde la investigación y la docencia se dan la mano para conseguir resultados asombrosos. El auge de la universidad ha ido acompañado de un nivel superior en los estudios, y aunque el fracaso escolar siga creciendo, el número de estudiantes en las universidades también crece, consintiendo en el buen estado de salud de la universidad europea.
Sin duda, todo ello hace que los procesos de modernización de la universidad hayan mejorado considerablemente, hasta los limites en los que estamos hoy en día.