Todos queremos ver a gato limpio y con una buena higiene, ya que su cuidado repercute en el buen estado del animal. Hay varias cosas de las cuales podemos tomar nota, y vamos a ver cuales son.
En primer lugar el baño puede ser una misión difícil, ya que los gatos no son muy amigos del agua y claramente oponen resistencia. De todas formas lo recomendable es adecuarlo al baño desde pequeño, para que así se acostumbre. Todo de una forma relajada claro está, haciéndole saber que todo va a estar bien y no hay nada que temer. Se sorprenderán al ver que el minino puede disfrutar el baño.
Importante es contar con tiempo y espacio para un mejor baño. Tiempo porque el proceso no es rápido, y espacio para que el gato no se sienta tan encerrado. Acostumbrarlo al ruido del agua cayendo es necesario, y hay que irlo mojando de a poco, alternando esto con caricias, ya que un acercamiento al agua demasiado directo (dejarlo abajo del chorro) puede provocarle un rechazo.
Recuerden que el champú para gatos es diferente al que usan las personas, por lo que deben obtenerlo en veterinarias o negocios especializados. Al colocarlo hay que tener cuidado que no vaya nada los ojos para que no se irriten. Luego se lo deja actuar unos minutos para enjuagarlo totalmente al final. Estos productos se consiguen fácilmente en tiendas de mascotas.
No olviden secarlo. Se puede secar la mayor parte con una toalla y luego pasar al secador de pelo (con aire tibio). Aunque claro, el gato puede no sentirse habituado y quejarse, por lo que como se necesitará acostumbrarlo. Como incentivo pueden buscar premiar al felino luego de la odisea, eso lo ayudará. Pueden luego proceder a cepillarlo, hay cepillos para gatos bastante buenos y económicos.
Como última recomendación cuidado con las garras del animal, ya que un arañazo podría escapársele a cualquier gato en una situación de nervios. Algo práctico puede ser bañarlo entre dos personas para que una pueda sostenerlo mientras la otra se encarga de la limpieza.