Un encargo muy especial

Me hicieron un encargo muy especial en cierta ocasiòn, un vestido de novia el cual debia ser probado por otra chica distinta de la que lo llevaria en el altar. Cuando me explicaron porquè, me conmovi profundamente y aunque iba a ser un poco màs dificil dicha adaptaciòn del vestido de novia y las personas que me lo encargaron eran conscientes de ello, me ofrecieron pagarme màs por ello, cosa que yo rechacè.

Por supuesto que haria ese vestido de novia que se iria forjando segùn los gustos de la novia, la cual no podia venir al atelier por encontarse en un hospital inmovilizada tras un terrible accidente. Su mejor amiga seria la que iria haciendo las pruebas del vestido de novia aunque con poca esperanza de que su amiga pudiera lucirlo ya que no le daban mucho tiempo de vida, pero queria mantener su ilusiòn, la de casarse con el amor de su vida.

Empezamos a mirar los tejidos y elejir las telas segùn iba contandome la chica que le gustaban màs a su amiga, asi como los colores. Dibujè varios bocetos con distintos modelos de vestidos de novia que màs le podian gustar a la novia, ya que la consciencia le iba y la venia y no era muy consciente de lo sucedido. Pero su amiga iba cada dia al hospital y le iba contando las cosas que ibamos escojiendo para su vestido de novia

Las diferentes pruebas como digo las fui haciendo con la amiga, como si de la misma novia se tratara, le iba modificando diferentes partes del vestido, lo probaba con mangas o sin ellas, le ponia un cinturòn de raso, o se lo cambiaba por uno de pedreria porque la amiga recordaba alguna conversaciòn de muy atràs en el tiempo cuando la decia que le encantaban los cinturores de ese u otro estilo …

O a veces incluso modificaba la cola del vestido aunque ya lo hubiera terminado porque llegaba la chica y me decia que habia estado ese mismo dia en el hospital y que al contarle còmo habia quedado la cola del vestido de novia, de repente ella habia abierto los ojos despuès de verios dias de total inconsciencia, con lo que dedujimos que a la chica le gustaba la cola y yo me dediquè toda una noche en alargarla mucho màs.

A medida que el vestido de novia iba cojiendo forma la salud de la chica iba mejorando cosa que nos sorprendia a todos mucho. Era como si el vestido de novia de alguna manera la mantuviera con vida o mejor aùn, era como si estuvieran unidas por un hilo invisible que a cada puntada mia le ayudara a mejorar, como si cada palabra de su amiga de còmo estaba quedando el vestido de novia la ayudara a aferrarse a la vida.

De cuando empecè a elaborar el vestido de novia a cuando lo terminè completamente habian pasado 15 meses, en los que al menos dos veces por semana nos juntabamos la amiga de la novia y yo, y ella me iba diciendo que tal o cual familiar tambièn querian colaborar en el vestido de novia y le habian ido trasmitiendo tambièn loa cosas que pensaban le gustaria a la chica en dicho vestido, y que yo iba poniendo con sumo grado.

Os puedo asegurar que el mismo dia que terminè el vestido de novia yo senti un algo especial dentro de mi, sobre todo cuando recibi la llamada telefonica de la propia novia que me llamaba desde el hospital para decirme que en unos dia le darian el alta y que ella misma iria con la amiga a probarse el vestido de novia. A la semana siguiente vinieron las dos al Atelier y cuando la chica se probò el vestido de novia resultò que le estaba perfecto y no tuve que hacer ninguna modificacòn màgico e inolvidable. http://www.lauramonge.com

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