Qué son las Bicicletas eléctricas

Las bicicletas eléctricas son bicicletas a las que se ha incorporado una batería y un motor eléctrico que ayuda a avanzar. Desde un punto de vista legal existen dos tipos de bicicletas eléctricas: aquellas que carecen de acelerador, su potencia máxima es 250 W y sólo proporcionan asistencia mientras se pedalea por debajo de 25 km/h se consideran bicicletas a efectos de circulación, mientras que el resto se consideran ciclomotores eléctricos, por lo que requieren carnet y seguro.

Legalidad

Básicamente, las bicicletas eléctricas no son más que bicicletas dotadas de motor eléctrico. Para ser consideradas legalmente bicicletas y poder rodar por la vía pública sin necesidad de seguro, carnet ni documentación, como si es obligatorio para las motos eléctricas, las bicicletas eléctricas deben verificar algunos requisitos, que pueden variar de un país a otro:

  • No pueden tener acelerador.
  • El motor sólo se activa cuando se pedalea, con asistencia por debajo de 25 km/h.
  • Potencia máxima del motor 250 W nominales.
  • Peso máximo 40 kg.

Cómo funciona

Las bicicletas eléctricas sin acelerador proporcionan pedaleo asistido, existiendo dos sistemas:

  • Sensor de movimiento con regulador: el más habitual en las bicicletas eléctricas, detecta que el usuario pedalea y activa el motor. El nivel de asistencia se puede seleccionar mediante el regulador, que en ocasiones cuenta con un display LCD.
  • Sensor de par: no sólo detecta que el usuario pedalea, sino también la intensidad con que lo hace, ayudando al pedaleo de forma proporcional.

Las bicicletas eléctricas con acelerador permiten activar el motor independientemente del pedaleo, como si fuera una moto, lo que facilita maniobras como arrancar en los semáforos.

Componentes

Las bicicletas eléctricas constan de varios componentes:

  • Bicicleta: es la parte ciclo de las bicicletas eléctricas.
  • Batería: suministra energía al motor y generalmente son de Litio, se suelen instalar en la parrilla trasera y cuentan con indicador de carga. Proporcionan a las bicicletas eléctricas una autonomía de 30 a 60 km, dependiendo del tipo de ruedas, terreno o peso del ciclista.
  • Motor: convierte la energía de la batería en movimiento y su potencia nominal suele estar entre 180 y 240 W. Puede ir instalado en el buje de la rueda (delantera o trasera) o en el eje del pedalier.
  • Controlador: gestiona el sistema, capta la señal del sensor de pedaleo y envía más o menos potencia al motor. Existen modelos avanzados con entrega de potencia progresiva, sistema anti-derrape o frenada regenerativa, que aprovecha la inercia de las frenadas y bajadas para recargar la batería.
  • Sensores: detectan si el usuario pedalea (sensor de movimiento) y con qué intensidad lo hace (sensor de par).

Kits de conversión

Las bicicletas eléctricas se pueden adquirir completas o bien podemos convertir una bicicleta normal en eléctrica mediante un kit de conversión, generalmente fáciles y rápidos de instalar. La motorización resulta económica, nos permite elegir a nuestro gusto la parte ciclo y si en el futuro cambiamos de bicicleta podemos migrar el sistema motor a la nueva bicicleta.

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